Tanques de silicio. Evgeny Morozov: profeta del escepticismo digital
Mientras Silicon Valley prometía paz, amistad y democracia a través de aplicaciones, el investigador bielorruso Evgeny Morozov advertía: la tecnología no es magia, sino una herramienta de poder. Hace diez años lo llamaban alarmista, hoy sus libros se leen como una guía para el mundo digital.
Por qué la crítica al «solucionismo» y al «centro de Internet» de Morozov se ha vuelto más relevante que nunca en la era del control total de datos y el bombo alrededor de la IA — lea en el nuevo número de «Tanques de Silicio» de ForkLog.
¿Quién es Evgeny Morozov?
Evgeny Morozov es un investigador, escritor y periodista originario de Bielorrusia. Es uno de los críticos más conocidos y coherentes del Silicon Valley. Después de estudiar en EE. UU. y trabajar en la Universidad de Stanford, Morozov publicó dos libros que definieron la dirección de su pensamiento y se convirtieron en la base del tecnocriticismo moderno.
A diferencia de muchos teóricos, él no solo critica las tecnologías. Analiza su trasfondo político y económico. Morozov ve a Facebook, Amazon o Uber no como servicios, sino como poderosas instituciones que están cambiando la sociedad. Por ejemplo, en un artículo para The Guardian, el periodista analiza el llamado «capitalismo de plataformas» — un modelo económico que promueven los gigantes tecnológicos.
Según Morozov, el deseo de estas empresas de llamarse "plataformas" no es tanto una innovación como un movimiento astuto que les permite evitar la regulación tradicional, los impuestos y la responsabilidad. No producen bienes ni proporcionan servicios directamente, sino que solo conectan a proveedores con consumidores. Esto les permite tener un enorme valor de mercado con activos y personal mínimos.
La idea clave del artículo es que el verdadero poder de las "plataformas" radica no en el servicio principal, sino en el control sobre la periferia: sistemas de pago, verificación de identidad, datos de ubicación y algoritmos. Estos elementos auxiliares se han vuelto centrales, y quien los posee dicta las reglas de toda la industria.
«El mundo del “capitalismo de plataforma”, a pesar de toda su retórica embriagadora, no es tan diferente de su predecesor. Lo único que ha cambiado es quién pone el dinero en el bolsillo».
«El engaño de la red»: cómo internet no pudo traer democracia
El primer trabajo destacado de Morozov es el libro The Net Delusion: The Dark Side of Internet Freedom (2011). En él, critica el «ciberutopismo» — la creencia ingenua de que internet y las redes sociales fomentan automáticamente la difusión de la democracia y conducen a la liberación de los regímenes autoritarios. En él, el autor sostiene que la realidad es mucho más complicada y oscura.
La idea principal de Morozov es que las mismas tecnologías que los activistas utilizan para organizar protestas son utilizadas con aún mayor eficacia por los gobiernos dictatoriales para sus propios fines. Los regímenes autoritarios han aprendido a utilizar Internet para la vigilancia masiva de los ciudadanos, la identificación de disidentes, la difusión de propaganda pro-gubernamental y la manipulación de la opinión pública. En su opinión, Internet se ha convertido en una poderosa herramienta para fortalecer el poder, y no para socavarlo.
«La obsesión de Occidente por el poder liberador de Internet se basa en una comprensión profundamente errónea de cómo funcionan los regímenes autoritarios».
El autor también introdujo el concepto de «slactivismo». Criticó la idea de que la actividad en línea, como los me gusta, las comparticiones o la firma de peticiones, es una lucha política completa. Esta actividad crea en las personas la ilusión de participar en la política, pero no requiere riesgos ni esfuerzos reales, distrayendo de formas de protesta más complejas y efectivas en el mundo real.
«Los gobiernos autoritarios no caerán por unos pocos tuits sarcásticos».
El libro de Morozov es un llamado a una mirada más sobria y crítica sobre el papel de las tecnologías en la política. Morozov demuestra que Internet es solo una herramienta, y su influencia depende completamente del contexto social y político en el que se utiliza.
«Atribuir al internet el mérito de establecer la democracia es como agradecer al herrero por la capacidad de la espada para matar».
Crítica del «solucionismo»: cuando el martillo solo ve clavos
El segundo libro emblemático, To Save Everything, Click Here: The Folly of Technological Solutionism (2013), está centrado en la propia ideología del Valle del Silicio. Morozov introduce el término «solucionismo».
El solucionismo es la creencia de que cualquier problema social, político o cultural complejo se puede resolver mediante una solución tecnológica simple y elegante. Normalmente, a través de una aplicación, plataforma o algoritmo.
¿Problema de obesidad? Aquí tienes una aplicación para contar calorías. Ignora las razones económicas, la disponibilidad de alimentos saludables y los factores psicológicos.
¿El problema de la ineficiencia en la gestión pública? Implementemos una "ciudad inteligente" con sensores por todas partes. Esto resolverá el problema del tráfico, pero creará un sistema de vigilancia total y transferirá el control de la infraestructura urbana a corporaciones privadas de TI.
¿El problema de la apatía política? Crearemos una plataforma para votaciones en línea. Esto simplificará el proceso, pero no resolverá el problema de la falta de confianza en las instituciones políticas ni mejorará la calidad de los debates políticos en sí.
Según Morozov, el solucionismo es peligroso porque ofrece respuestas simples a preguntas complejas. Nos hace olvidar el contexto y centrarnos en lo que se puede medir y optimizar, ignorando todo lo demás. En lugar de reformar instituciones imperfectas (tribunales, parlamentos, sistemas de salud), los solucionistas proponen "ajustar" a ellas un "muleta" tecnológica que solo enmascara el problema, y a veces lo agrava.
En el libro, el autor insta a los lectores a ser más escépticos respecto a las "panaceas" tecnológicas y a recordar que muchas cuestiones humanas y sociales importantes no son problemas de ingeniería, sino que requieren debates políticos, elecciones morales y compromisos.
«El mayor pecado de los solucionistas es su ceguera intelectual, su incapacidad para ver el mundo como un lugar caótico, complejo e impredecible. Quieren creer que si tienen un martillo ( en forma de tecnologías ), entonces cada problema es un clavo».
De la crítica a la acción: The Syllabus
En los últimos años, Morozov ha pasado de la crítica pura a la creación de una alternativa. Su nuevo proyecto, The Syllabus, es una plataforma mediática que intenta solucionar el problema del flujo de información impuesto por los algoritmos de las redes sociales.
Datos: The Syllabus. Las modernas fuentes de noticias nos muestran lo que provoca una respuesta emocional inmediata, y no lo que realmente es importante y útil para entender el mundo. The Syllabus trabaja bajo un principio diferente. El proyecto utiliza tecnologías para analizar miles de fuentes (artículos académicos, conferencias, pódcast, videos), pero la selección final y la curaduría del contenido son realizadas por personas-expertos.
El objetivo es proporcionar al usuario no solo fragmentos de noticias, sino un contenido profundo y contextualizado sobre los temas más importantes: desde el cambio climático y la política internacional hasta el futuro de la inteligencia artificial. En esencia, es un intento de crear una dieta informativa saludable en contraste con la comida rápida digital de los gigantes tecnológicos.
Ideas clave y objetivos del proyecto:
la lucha contra el contenido superficial — propone una «dieta informativa saludable», compuesta de información compleja pero importante;
proporcionar contexto — no solo da referencias, sino que ayuda a entender por qué cierto material es importante;
la interdisciplinariedad — ayuda a construir puentes entre la tecnología, la política, la sociología, la economía y la cultura;
creación de una alternativa: un intento de construir una infraestructura para el trabajo intelectual serio en una época en la que la atención se ha convertido en la principal mercancía.
El Syllabus está orientado a investigadores, académicos, periodistas, analistas, políticos, estudiantes y a todos aquellos que quieren no solo consumir noticias, sino profundizar en los procesos que ocurren en el mundo. Este es un servicio de pago, lo que subraya su independencia del modelo publicitario, que vive del clickbait.
Morozov y la industria cripto: ¿enemigos comunes, caminos diferentes?
A primera vista, las ideas de Morozov deberían ser cercanas a la comunidad cripto. Él, al igual que los defensores de la descentralización, critica el monopolio de Google y Meta, se opone a los "jardines cerrados" y condena la economía de la vigilancia. Tienen un enemigo común: el poder centralizado de los gigantes tecnológicos.
Sin embargo, Morozov es extremadamente escéptico respecto a las criptomonedas y el blockchain. En sus artículos y discursos, a menudo los coloca en la misma categoría que otras manifestaciones del tecno-solutionismo. Desde su punto de vista, la creencia de que el blockchain puede "reparar" la confianza, la corrupción o la burocracia ineficaz es el mismo error que cometieron los primeros adeptos de Internet.
En The Syllabus hay toda una sección dedicada a las criptomonedas, en cuya descripción Morozov afirmó que la discusión pública sobre las monedas digitales es intelectualmente pobre y unilateral. Por un lado, están los críticos que llaman a todo fraude de manera demasiado superficial. Por el otro, y esto le preocupa más, están los "verdaderos creyentes", principalmente capitalistas de riesgo, que forman la opinión pública en su propio interés.
Para resolver este problema, Morozov lanzó The Crypto Syllabus. Su objetivo es proporcionar recursos intelectuales para ayudar a periodistas, académicos y a todos los interesados a analizar fenómenos cripto ( desde blockchain hasta NFT) de manera crítica y profunda.
Morozov afirma que la discusión sobre las criptotecnologías no se puede separar de un contexto más amplio: la historia de las finanzas, la geopolítica y las relaciones entre Silicon Valley y Wall Street. Considera que, en este momento, la criptoesfera es principalmente un "conjunto de soluciones en busca de problemas".
También es escéptico respecto a los "cripto-leones", instándolos a demostrar por qué sus soluciones descentralizadas son más efectivas en la lucha contra el capitalismo global que otras estrategias políticas, como la democratización de los bancos centrales.
¿Qué sigue?
Los trabajos de Evgeny Morozov son más relevantes hoy que nunca. En el contexto del desarrollo de la IA, sus advertencias sobre las "cajas negras" que toman decisiones por nosotros suenan especialmente amenazadoras. Su crítica al solucionismo nos hace reflexionar: ¿estamos tratando de "resolver" el problema de la creatividad humana con ChatGPT y el problema de la toma de decisiones con algoritmos cuya lógica no comprendemos del todo?
Morozov no ofrece respuestas simples y no cae en el ludismo. Nos llama a la sobriedad: nos obliga a hacer preguntas incómodas: ¿a quién beneficia esta tecnología? ¿Qué problema realmente resuelve y qué problema crea? ¿Y no estamos tratando de reparar un mundo roto simplemente presionando el botón "Guardar todo"? En una época en la que las tecnologías nos prometen todo, la capacidad de hacer las preguntas correctas se convierte en el principal activo.
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Tanques de silicio. Evgeny Morozov: profeta del escepticismo digital
Tanques de silicio. Evgeny Morozov: profeta del escepticismo digital
Mientras Silicon Valley prometía paz, amistad y democracia a través de aplicaciones, el investigador bielorruso Evgeny Morozov advertía: la tecnología no es magia, sino una herramienta de poder. Hace diez años lo llamaban alarmista, hoy sus libros se leen como una guía para el mundo digital.
Por qué la crítica al «solucionismo» y al «centro de Internet» de Morozov se ha vuelto más relevante que nunca en la era del control total de datos y el bombo alrededor de la IA — lea en el nuevo número de «Tanques de Silicio» de ForkLog.
¿Quién es Evgeny Morozov?
Evgeny Morozov es un investigador, escritor y periodista originario de Bielorrusia. Es uno de los críticos más conocidos y coherentes del Silicon Valley. Después de estudiar en EE. UU. y trabajar en la Universidad de Stanford, Morozov publicó dos libros que definieron la dirección de su pensamiento y se convirtieron en la base del tecnocriticismo moderno.
A diferencia de muchos teóricos, él no solo critica las tecnologías. Analiza su trasfondo político y económico. Morozov ve a Facebook, Amazon o Uber no como servicios, sino como poderosas instituciones que están cambiando la sociedad. Por ejemplo, en un artículo para The Guardian, el periodista analiza el llamado «capitalismo de plataformas» — un modelo económico que promueven los gigantes tecnológicos.
Según Morozov, el deseo de estas empresas de llamarse "plataformas" no es tanto una innovación como un movimiento astuto que les permite evitar la regulación tradicional, los impuestos y la responsabilidad. No producen bienes ni proporcionan servicios directamente, sino que solo conectan a proveedores con consumidores. Esto les permite tener un enorme valor de mercado con activos y personal mínimos.
La idea clave del artículo es que el verdadero poder de las "plataformas" radica no en el servicio principal, sino en el control sobre la periferia: sistemas de pago, verificación de identidad, datos de ubicación y algoritmos. Estos elementos auxiliares se han vuelto centrales, y quien los posee dicta las reglas de toda la industria.
«El engaño de la red»: cómo internet no pudo traer democracia
El primer trabajo destacado de Morozov es el libro The Net Delusion: The Dark Side of Internet Freedom (2011). En él, critica el «ciberutopismo» — la creencia ingenua de que internet y las redes sociales fomentan automáticamente la difusión de la democracia y conducen a la liberación de los regímenes autoritarios. En él, el autor sostiene que la realidad es mucho más complicada y oscura.
La idea principal de Morozov es que las mismas tecnologías que los activistas utilizan para organizar protestas son utilizadas con aún mayor eficacia por los gobiernos dictatoriales para sus propios fines. Los regímenes autoritarios han aprendido a utilizar Internet para la vigilancia masiva de los ciudadanos, la identificación de disidentes, la difusión de propaganda pro-gubernamental y la manipulación de la opinión pública. En su opinión, Internet se ha convertido en una poderosa herramienta para fortalecer el poder, y no para socavarlo.
«La obsesión de Occidente por el poder liberador de Internet se basa en una comprensión profundamente errónea de cómo funcionan los regímenes autoritarios».
El autor también introdujo el concepto de «slactivismo». Criticó la idea de que la actividad en línea, como los me gusta, las comparticiones o la firma de peticiones, es una lucha política completa. Esta actividad crea en las personas la ilusión de participar en la política, pero no requiere riesgos ni esfuerzos reales, distrayendo de formas de protesta más complejas y efectivas en el mundo real.
El libro de Morozov es un llamado a una mirada más sobria y crítica sobre el papel de las tecnologías en la política. Morozov demuestra que Internet es solo una herramienta, y su influencia depende completamente del contexto social y político en el que se utiliza.
«Atribuir al internet el mérito de establecer la democracia es como agradecer al herrero por la capacidad de la espada para matar».
Crítica del «solucionismo»: cuando el martillo solo ve clavos
El segundo libro emblemático, To Save Everything, Click Here: The Folly of Technological Solutionism (2013), está centrado en la propia ideología del Valle del Silicio. Morozov introduce el término «solucionismo».
El solucionismo es la creencia de que cualquier problema social, político o cultural complejo se puede resolver mediante una solución tecnológica simple y elegante. Normalmente, a través de una aplicación, plataforma o algoritmo.
Según Morozov, el solucionismo es peligroso porque ofrece respuestas simples a preguntas complejas. Nos hace olvidar el contexto y centrarnos en lo que se puede medir y optimizar, ignorando todo lo demás. En lugar de reformar instituciones imperfectas (tribunales, parlamentos, sistemas de salud), los solucionistas proponen "ajustar" a ellas un "muleta" tecnológica que solo enmascara el problema, y a veces lo agrava.
En el libro, el autor insta a los lectores a ser más escépticos respecto a las "panaceas" tecnológicas y a recordar que muchas cuestiones humanas y sociales importantes no son problemas de ingeniería, sino que requieren debates políticos, elecciones morales y compromisos.
De la crítica a la acción: The Syllabus
En los últimos años, Morozov ha pasado de la crítica pura a la creación de una alternativa. Su nuevo proyecto, The Syllabus, es una plataforma mediática que intenta solucionar el problema del flujo de información impuesto por los algoritmos de las redes sociales.
El objetivo es proporcionar al usuario no solo fragmentos de noticias, sino un contenido profundo y contextualizado sobre los temas más importantes: desde el cambio climático y la política internacional hasta el futuro de la inteligencia artificial. En esencia, es un intento de crear una dieta informativa saludable en contraste con la comida rápida digital de los gigantes tecnológicos.
Ideas clave y objetivos del proyecto:
El Syllabus está orientado a investigadores, académicos, periodistas, analistas, políticos, estudiantes y a todos aquellos que quieren no solo consumir noticias, sino profundizar en los procesos que ocurren en el mundo. Este es un servicio de pago, lo que subraya su independencia del modelo publicitario, que vive del clickbait.
Morozov y la industria cripto: ¿enemigos comunes, caminos diferentes?
A primera vista, las ideas de Morozov deberían ser cercanas a la comunidad cripto. Él, al igual que los defensores de la descentralización, critica el monopolio de Google y Meta, se opone a los "jardines cerrados" y condena la economía de la vigilancia. Tienen un enemigo común: el poder centralizado de los gigantes tecnológicos.
Sin embargo, Morozov es extremadamente escéptico respecto a las criptomonedas y el blockchain. En sus artículos y discursos, a menudo los coloca en la misma categoría que otras manifestaciones del tecno-solutionismo. Desde su punto de vista, la creencia de que el blockchain puede "reparar" la confianza, la corrupción o la burocracia ineficaz es el mismo error que cometieron los primeros adeptos de Internet.
En The Syllabus hay toda una sección dedicada a las criptomonedas, en cuya descripción Morozov afirmó que la discusión pública sobre las monedas digitales es intelectualmente pobre y unilateral. Por un lado, están los críticos que llaman a todo fraude de manera demasiado superficial. Por el otro, y esto le preocupa más, están los "verdaderos creyentes", principalmente capitalistas de riesgo, que forman la opinión pública en su propio interés.
Para resolver este problema, Morozov lanzó The Crypto Syllabus. Su objetivo es proporcionar recursos intelectuales para ayudar a periodistas, académicos y a todos los interesados a analizar fenómenos cripto ( desde blockchain hasta NFT) de manera crítica y profunda.
Morozov afirma que la discusión sobre las criptotecnologías no se puede separar de un contexto más amplio: la historia de las finanzas, la geopolítica y las relaciones entre Silicon Valley y Wall Street. Considera que, en este momento, la criptoesfera es principalmente un "conjunto de soluciones en busca de problemas".
También es escéptico respecto a los "cripto-leones", instándolos a demostrar por qué sus soluciones descentralizadas son más efectivas en la lucha contra el capitalismo global que otras estrategias políticas, como la democratización de los bancos centrales.
¿Qué sigue?
Los trabajos de Evgeny Morozov son más relevantes hoy que nunca. En el contexto del desarrollo de la IA, sus advertencias sobre las "cajas negras" que toman decisiones por nosotros suenan especialmente amenazadoras. Su crítica al solucionismo nos hace reflexionar: ¿estamos tratando de "resolver" el problema de la creatividad humana con ChatGPT y el problema de la toma de decisiones con algoritmos cuya lógica no comprendemos del todo?
Morozov no ofrece respuestas simples y no cae en el ludismo. Nos llama a la sobriedad: nos obliga a hacer preguntas incómodas: ¿a quién beneficia esta tecnología? ¿Qué problema realmente resuelve y qué problema crea? ¿Y no estamos tratando de reparar un mundo roto simplemente presionando el botón "Guardar todo"? En una época en la que las tecnologías nos prometen todo, la capacidad de hacer las preguntas correctas se convierte en el principal activo.