Hulk Hogan es una superestrella de la lucha libre mundialmente conocida, cuya carrera legendaria en la WWE le ha convertido en un icono para los aficionados de la lucha libre a nivel global. En julio de 2025, Hogan falleció por un paro cardíaco. Tras el anuncio, seguidores de todo el mundo expresaron sus condolencias.
En este contexto surgieron varias meme coins llamadas “HULK”, que rápidamente captaron una notable atención por parte de los inversores. Aunque el objetivo de la mayoría de estos tokens era homenajear el legado de Hogan, algunos individuos malintencionados aprovecharon el evento para generar expectación e incluso, en ciertos casos, cometer estafas.
Por ejemplo, el precio del token HULK/SOL se disparó nada más salir al mercado, pero rápidamente fue víctima de un esquema de pump and dump y se desplomó más de un 99,7% en solo 24 horas. La capitalización de mercado cayó drásticamente, lo que evidencia el alto nivel de riesgo que conlleva este tipo de activos.
La meme coin de Hulk Hogan atrajo una oleada de inversores en muy poco tiempo, pero su extrema volatilidad implica riesgos considerables.
HULKAMANIA (HULK) se revalorizó más de un 2.000% en las primeras 24 horas tras su lanzamiento, y su capitalización de mercado superó los 500.000 dólares, aunque no alcanzó su máximo histórico. El precio del token se disparó tras ser promocionado en las redes sociales de Hogan, pero posteriormente el propio Hogan negó estar vinculado y eliminó las publicaciones relacionadas.
Asimismo, el token HULKAMANIA (HULK) sobre Wrapped Ethereum (wETH) experimentó una subida de más del 122.000% en solo ocho horas desde su salida. Sin embargo, no tiene relación alguna con la familia ni el patrimonio de Hogan. Además, carece de fundamentos financieros reales.
Ante la proliferación de meme coins inspiradas en Hulk Hogan, los inversores deben aprender a identificar los proyectos genuinos:
El auge de la meme coin de Hulk Hogan pone de manifiesto el carácter especulativo y el alto riesgo inherente al mercado cripto. Los inversores que busquen beneficios rápidos deben priorizar la gestión del riesgo y la toma de decisiones racional. Mantener la calma es fundamental para evitar fraudes. Realizar una debida diligencia ayuda a minimizar posibles pérdidas.